domingo, setembro 30, 2007

# 011

...com meu lápis
não soube desenhar
nem camelo nem leão,
mas ovelha e gato

(e um novelo de lã
que é quase
um ninho)

- transformações
de espírito domesticado


"
(...)
El niño es inocencia y olvido, un nuevo comenzar, un juego, una reuda que gira sobre sí, un primer movimiento, una santa afirmación.
Sí: para el juego de la creación, hermanos míos, hace falta una santa afirmación: el espíritu quiere ahora su voluntad, el que ha perdido el mundo quiere ganarse su mundo.
Tres transformaciones del espíritu os he mencionado: de cómo el espíritu se trocaba en camello, y el camello en león, y el león, finalmente en niño.
Así hablaba Zaratustra.
(...)
"

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